ARTICULO 31

ARTICULO 31

Hola soy hna. Norma, continuamos con: “La Resurrección”.


La redención es la fuente de la autoridad de Cristo, en virtud del Espíritu Santo, que ejerce sobre la Iglesia. “La Iglesia, o el reino de Cristo presente ya en misterio “, constituye el germen y el comienzo de este Reino en la tierra”.


Desde la Ascensión, el designio de Dios ha entrado en su consumación. Estamos ya en la “última hora” (1Jn2,18). “El final de la historia ha llegado ya a nosotros y la renovación del mundo está ya decidida de manera irrevocable e incluso de alguna manera real está ya por anticipado en este mundo. La Iglesia, en efecto, ya en la tierra, se caracteriza por una verdadera santidad, aunque todavía imperfecta” El Reino de Cristo manifiesta ya su presencia por los signos milagrosos que acompañan su anuncio por la Iglesia.  (CIC #670)


Si hemos puesto atención hay una parte de la Misa, donde nosotros mismos aclamamos el regreso de Cristo ya, cuando decimos: “Anunciamos tu Muerte y proclamamos tu Resurrección Ven Señor Jesús”.


Aun cuando nosotros no nos “toca conocer el tiempo y el momento que ha fijado el Padre con autoridad” (Hch1,7). Este advenimiento escatológico se puede cumplir en cualquier momento, aunque tal acontecimiento y la prueba final que le ha de preceder estén “retenidos”  en las manos de Dios., quien es el único que lo sabe.


Hablaremos un poco más de esto cuando hablemos de la ascensión de Jesús a los Cielos.


Y veamos un poquito de los que nos dice el Pregón Pascual, como para meditar en la Resurrección como acontecimiento trascendente.

“!Que noche tan dichosa, canta el ‘Exultet’ de Pascua-, solo ella conoció el momento en que Cristo resucitó de entre los muertos! “. En efecto, nadie fue testigo ocular del acontecimiento mismo de la Resurrección y ningún evangelista lo describe. Nadie puede decir cómo sucedió físicamente. Menos aún su esencia más íntima, el paso a otra vida, fue perceptible a los sentidos. Acontecimiento histórico demostrable por la señal del sepulcro vacío y por la realidad de los encuentros de los apóstoles con Cristo resucitado, sin embargo no por ello la Resurrección es ajena al centro del Misterio de la Fe en aquello que trasciende y sobrepasa la historia.


Hna. Norma

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