Reseña y Reflexión de Nuestra Señora de Guadalupe

Reseña y Reflexión de Nuestra Señora de Guadalupe

VIRGEN MARIA


De acuerdo a la tradición Mexicana y lo descrito por documentos históricos del Vaticano y otros encontrados al rededor del mundo en distintos archivos.


María Madre de Jesús se apareció en cuatro ocaciones el Indigena Chichimeca Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac y en una ocación a Juan Bernardino tio de Juan Diego.


El relato Guadalupano conocido como Nican mopohua, narra que tras la primera aparicila Virgen ordenó a Juan Diego que se presentara al Primer Obispo de México Fray Juan de Zumarraga para decirle que le erigiera un templo, ante el escepticisma de Juan de Zumarraga pidio una prueba a Juan Diego.


En la ultima aparición de la Virgen por orden suya Juan Diego llevó en su ayate unas flores que cortó en el Tepeyac se dirigio al palacio del Obispo y desplego su ayate ante el Obispo Juan de Zumarraga dejando al descubierto la Imagen de la Virgen Maria cuyos rasgos han sido interpretados como Mestizos.


Reflexionemos un poco en quien es María en la advocación de Guadalupe. Ella es la Madre de Dios como se presenta ella misma a Juan Diego “Madre del verdadero Dios porquien se vive”; ella fue concebida sin pecado original; ella permaneción Virgen todo lo largo de su vida; fue asunta en cuerpo y alma al Cielo.


Que es lo maravilloso? Que es de nuestra misma condición humana y hace posible por su FIAT por su SI, que todo un Dios participe de nuestra humanidad, se haga hombre entre nosotros. Ella Tambien conoce del sufrimiento humano lo vivió en su propio ser, por eso nos busca y se hace presente en el dolor, en el llanto y miseria del más debil y con su ternura de Madre nos acoge y nos abraza y nos deja un lugar donde la busquemos y vallamos a su Divino Hijo a travez de ella que nos deja el Santo Rosario que nos pide que recemos y reflexionemos con mucha devoción ya que ahí meditamos en toda la vida de Nuestro Señor Jesucristo su Hijo.


Dulce y tierna Madre Maria de Guadalupe Ruega por nosotros. 

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